Plantas fósiles e inferencia paleoclimática: aproximaciones metodológicas y algunos ejemplos para México

Hugo I. Martínez-Cabrera, José L. Ramírez-Garduño

Resumen


La paleobotánica ha
desarrollado diversos marcos analíticos que hacen uso de
macrofósiles de plantas como herramientas en la determinación
paleoclimática. Estas aproximaciones metodológicas pueden dividirse
en dos grandes grupos: la Aproximación Morfológico Estructural (AME)
y el Pariente Vivo más Cercano (PVM). El primer método estudia la
variación estructural de órganos vegetativos con respecto al
ambiente en comunidades actuales, y extrapola sus observaciones a
comunidades fósiles con el objeto de hacer inferencias sobre el
paleoclima. Por otra parte, el método del PVM se basa en la
identificación taxonómica de especies en paleocomunidades lo que
permite asignarles las tolerancias climáticas de las especies
actuales con las que están más cercanamente emparentadas. Ambas
aproximaciones tienen ventajas y desventajas propias de la
naturaleza de los datos analizados y de los métodos utilizados. El
objetivo de este artículo es mencionar la importancia de ambas
aproximaciones, pero también señalar que éstas no siempre proveen
evidencia paleoclimática inequívoca y que muchas veces pueden
arrojar datos contradictorios que son resultado de diferencias en
escala (geográfica, temporal y taxonómica) y de diferencias en los
procesos tafonómicos. Se ilustran algunas de las ventajas y
desventajas de las dos aproximaciones usando para ello tres casos de
estudio de determinación paleoclimática en México. En este artículo
también se hace un breve recuento de algunas aportaciones
importantes en las que se relaciona la variación estructural en
hojas y madera con la variación ambiental, y que han servido como
base para el desarrollo del campo de la inferencia
paleoambiental.


Palabras clave


fósil; hojas; madera; México; paleoclima; paleobotánica.

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